Calabacines rellenos de salmón, gambas y boniato

Dicen que cuando somos pequeños tenemos el sentido del gusto mucho más desarrollado que de adultos. Esa es la razón por la que a los niños hay ciertas cosas que no les gustan. Y después cuando nos hacemos mayores y perdemos parte de ese sentido somos capaces de comer de todo (o casi…).

Así que para complacer a tan especiales paladares a veces hay que inventárselas. Y esa es la historia de este plato. La verdad es que en casa tengo pocos problemas, pero me gusta echarle imaginación para que lo encuentren más atractivo y no haya demasiadas quejas. Este es un plato muy completo, verdura, hidratos y proteína. Todo en uno.

Por cierto, esto no tiene que ver con el plato sino con las fotos... con el cambio de  hora es mas difícil encontrar un buen momento para hacer las fotos!!! Como se nota que la posición de la tierra respecto al sol es diferente... Voy a tener que pensar en algo o cambiar el "estudio" de sitio... :-)

INGREDIENTES

4 calabacines redondos

1 cebolleta

1 boniato

150g de salmón fresco

Unas gambitas peladas

Unas puntas de jamón serrano

Requesón para gratinar

Sal, pimienta, AOVE

Chips de boniato para servir

ELBORACION

Pelamos el boniato y lo cortamos en cuadritos medianos. Lo freímos en abundante aceite de oliva. Escurrimos. Pochamos la cebolleta añadiendo las gambas a media cocción. Cuando estén  añadimos el boniato y fuera del fuego, el salmón desmenuzado y unas puntitas de jamón serrano. Rectificamos de sal y pimienta y reservamos. 

Hervimos los calabacines enteros durante cinco minutos. Dejamos enfriar. Abrimos por arriba y vaciamos por dentro con cuidado de no romperlos. Reservamos la pulpa para una crema o una tortilla o cualquier otro plato. Rellenamos los calabacines con la mezcla de boniato, jamón y pescado. 

Precalentamos el horno a 200º. Añadimos una cucharada generosa de requesón a los calabacines, espolvoreamos con sal y pimienta y gratinamos durante cinco minutos. 

A la hora de servir decoramos con un chip de boniato.