Ningún niño se resiste a una hamburguesa.... y yo tampoco! Me encanta esta comida. De echo, estoy pensando seriamente en comprarme una picadora de carne, de aquellas de las abuelas que servían para hacer chorizos, y así poder hacer hamburguesas con la carne fresca que se me antoje. Ahora que lo pienso, mis padres tenían una.... y hace años que no la usan... deber estar toda oxidada, pero si no lo esta, igual la reciclo!!.
Pero las hamburguesas de hoy son de pescado y no hace falta la picadora tradicional. Están muy ricas y con un poquito de ensalada son una cena ideal, nada pesada y muy sana. Así las he hecho yo.
INGREDIENTES (para 4 pax)
400g de pescado blanco (merluza o bacalao)
8 palitos de cangrejo
1 huevo
1 cebolleta
un poquito de perejil
un poquito de cilantro
La piel de un limón rallada
un poco de jengibre en polvo
un poco de pan rallado
salsa de soja
harina para rebozar
sal, pimienta, aceite virgen extra
ELABORACION
Cortamos el pescado a pedacitos, teniendo cuidado de quitar todas las espinas. Cortamos también la cebolleta y los palitos de cangrejo. Los ponemos en el vaso picador junto con el huevo, el perejil, el cilantro, la piel de limón y el jengibre. Trituramos. Añadimos un chorrito de salsa de soja, sal y pimienta. Si vemos que esta demasiado poco pastoso, añadimos pan rallado.
Con las manos húmedas, formamos hamburguesas que rebozamos en harina y freímos en una sartén con aceite de oliva virgen extra.
Yo las he servido con un poquito de ensalada y con salsa de soja aromatizada con guindillas y cebolleta. Pero con mayonesa o mostaza también están muy ricas.
Quines hamburgueses tan tanes i bones!! Petons
ResponderEliminarmadre mia que rican se ven!!!!! que pintaaa!!!
ResponderEliminarsi es buena idea picarte tu la carne,intenta reciclar la maquina de toda la vida.
ResponderEliminarBuenas estas hamburguesas de pescado y buen acompañamiento
beso
Unas hamburguesas muy ricas con sus toques asiáticos.
ResponderEliminarYa verás como te gusta la picadora de toda la vida, me fascina y el resultado es incomparable.
Besos,
Palmira