Llevo algunas semanas sin publicar ninguna receta nueva. Llevo algunas semanas sin cocinar demasiado, solo "básicos". Llevo algunas semanas sin querer pensar en nada que no sea realmente importante.
Hace algunas semanas mi padre nos dejó. No me gusta escribir cosas tristes, un blog de cocina no es para eso. Pero es una de aquellas cosas que te cambia la vida. Te das cuenta de lo corta y valiosa que es. Mi padre fue muy feliz. Se fue sin esperarlo, sin que nos pudiéramos despedir. Pero se fue en casa, acompañado por mi madre y sin sufrir nada. Aunque demasiado pronto...
A él no le hubiera gustado vernos tristes. Era de las personas mas alegres y optimistas que he conocido. Así que poco a poco hemos ido volviendo a nuestras vidas, a nuestras rutinas. El lo hubiera querido así. Muchas veces, cuando las lagrimas se escapan, pienso en él y en lo que me diría si me viera así, y se me dibuja una sonrisa. Te querré siempre papá. Siempre te llevaré conmigo.
Y el fin de semana volví a preparar algo especial. Y a fotografiar. Y a escribir en el blog. A pesar de que la vida no para... y nos ha dado alguna otra noticia que hubiéramos preferido no oír... Pero eso forma parte de otra historia.
Los días de más calor parece que han quedado atrás, pero es ahora cuando comienza el verano... Y vendrán días de mucho calor. Días en los que no apetece liarse demasiado en la cocina, pero sin que ello suponga renunciar a una rica comida.
Este plato es un "dos en uno". Es una combinación deliciosa y dependiendo de la cantidad es ideal como plato único.
INGREDIENTES
Para el ajoblanco:
120g de almendras crudas
200g de miga de pan del día anterior
1 diente de ajo sin la yema para que no repita
Un chorrito de vinagre de vino blanco
sal
1l de agua muy fría
Para el tartar de bonito:
300g de bonito fresco, sin piel ni espinas
Media cebolla roja
Una cucharadita de aceite de sésamo
Unas hojas de cilantro
El zumo de media lima
sal y pimienta
ELABORACION
Empezaremos con el ajoblanco, para que a la hora de servir esté fresquito.
En un bol ponemos las almendras y la miga de pan cubiertas de agua durante media hora para que se ablanden. Escurrimos y pasamos a la batidora de vaso. Añadimos el ajo, el vinagre, un poco de sal y el agua fría. Batimos bien hasta que no quede ningún trozo de almendra. Rectificamos de sal y vinagre al gusto. Reservamos en la nevera mientas preparamos el tartar.
Lo siento mucho Pili, puedo imaginar como te sientes. Tu tristeza demuestra lo mucho que lo querías y de eso puedes estar muy orgullosa.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y mucho ánimo para seguir ofreciéndonos cosas ricas como este tartar que tiene una pinta impresionante.
Besos de Blanca desde JUEGO DE SABORES
Piliiii, cómo lo siento y cómo te entiendo... estoy igual que tú. El mío también se fué sin avisar hace unas semanas... y todavía me cuesta..., lo siento muchísimo por tí, sé perfectamente cómo estas. Un abrazo muy, muy fuerte.
ResponderEliminarYa sabes cómo te entiendo y cómo hasta en esto nos ha tocado coincidir. Yo tengo una manera de seguir adelante y es siempre pensando cómo me diría él que hiciera, sus consejos y enseñanzas se quedan para siempre. Un besazo y que bien que vuelves. Yo no he conseguido constancia desde entonces.
ResponderEliminarSon momentos muy duros, especialmente cuando no nos hemos podido despedir... Me gustaría decirte que la pena se hace más ligera pero creo que nos acostumbramos a vivir con ella y a tenerlos siempre a nuestro lado. Siento que estés pasando por estos momentos pero que las ganas de volver a cocinar y fotografiar estén aquí es señal que la vida sigue...
ResponderEliminarUn abrqazo muy fuerte para ti y los tuyos,
Palmira