viernes, 30 de octubre de 2015

Curry de albóndigas estilo Thai #recetaviajera






Que me encanta la comida asiática no es ningún secreto… Si sois seguidores del blog habéis podido comprobarlo. 
China y Japón son mis favoritas, pero la comida Thai también me encanta. Hace años, antes de tener a mi hijo, viajaba mucho por Asia, tanto por trabajo como por placer. Lo echo mucho de menos… Pero creo que dentro de poco podremos volver a viajar ya que tanto a él como a los hijos de mi pareja les encanta ir de viaje y ya empiezan a ser mayores… 
Hace muy poquito que me han recomendado un restaurante Thai en Barcelona. Y eso me ha hecho que recordara mis viajes y me inspirara para esta receta. 
Las albóndigas las aprendimos a preparar en un curso de comida Thai que hice hace algo más de un año. Y aun no las había preparado en casa. El curry thai lo podéis encontrar en tiendas de comida asiática, también las hay online. 
Es una receta con bastantes pasos, pero no complicada. Y el resultado es… brutal. Riquísimo. Un consejo, preparad bastante arroz porque la salsa es deliciosa y la manera tradicional de comerla es acompañada por arroz jazmín. 

Además con esta receta participo en el concurso que ha convocado Carmen de Rezetas de Carmen por su quinto cumpleblog y que va de recetas viajeras!!! Os animáis a participar? 






INGREDIENTES
Para las albóndigas:
50 g azúcar moreno
3 cucharadas salsa de pescado
450 g carne de cerdo picada
4 cebolletas picadas finas
1 diente de ajo, picado fino
1 cucharadita de harina de maíz
1 cucharada picada de menta fresca
2 cucharadas cilantro fresco finamente picado
Sal y pimienta negra
AOVE

Para el curry:
2 cucharadas aceite vegetal
2 cebolletas
2 cucharadas de pasta de curry amarillo tailandés (o bien 1 cucharada de curry en polvo)
300ml de caldo de pollo
400ml  leche de coco
200g calabacín
50g de shiitakes
1 cucharada de azúcar moreno
2 cucharadas de salsa de pescado
1 cucharada de zumo de lima
1/2 taza cilantro fresco
1 chile rojo , en rodajas
arroz jazmín al vapor, para servir

ELABORACION
Pre calentamos el horno a 200º
Calentamos suavemente la salsa de pescado y el azúcar en una sartén antiadherente hasta que el azúcar se haya derretido y la mezcla comienza a espesar. Enfriamos. Mezclamos  la carne picada de cerdo con el resto de  ingredientes, incluyendo la mezcla de salsa de pescado y azúcar. Con las manos mojadas, formamos bolas pequeñas y las colocamos en una placa de horno ligeramente untada con un poquito de aceite. Dejamos que se hagan durante 15 minutos, colocando la bandeja en el centro del horno.
Reservamos

Ahora prepararemos el curry. Como se hace en wok, es importante tener las verduras cortadas, ya que se hace enseguida. Cortaremos las cebolletas y el calabacín en rodajas finas y dejamos los shiitakes enteros.
Calentamos el wok a fuego medio-alto. Añadimos el aceite, cubriendo bien. Añadimos el calabacín y los shiitakes, damos un par de vueltas y echamos la parte blanca de las cebolletas. Salteamos durante 1 a 28 minutos o hasta que veamos las verduras  doradas. Añadir la pasta de curry al wok. Sofreímos, removiendo, durante 2 minutos. Poco a poco se añade el caldo y la leche de coco, mezclando bien. Llevamos a ebullición. Bajamos el fuego y cocinar a fuego lento durante 5 minutos para que la mezcla espese ligeramente. Añadimos entonces las albóndigas. Cocinamos a fuego lento durante otros 5 minutos. Agregamos el azúcar, la salsa de pescado, el cilantro y el zumo de lima. Mezclamos bien. A la hora de servir, espolvoreamos el curry con la parte verde de la cebolleta y chiles. Servimos acompañado de arroz jazmín al vapor.



viernes, 23 de octubre de 2015

Batbout - Pan Marroquí. Y nuestra escapada a Marrakech


Me enamoré nada más verlo... 
Ese color, ese olor... Estaba delicioso. Entonces supe que sería lo primero que haría al volver a casa. Buscar la receta y prepararlo. Este es el pan que puedes encontrar en todos los restaurantes de Marrakech y por supuesto en todas las casas
Os contaba que para el puente del Pilar estuvimos en Marrakech. Era nuestra tercera visita y queríamos disfrutar de la ciudad con calma. Todo lo principal ya lo habíamos visto. Pero de eso os hablo al final del post. 

De momento nos quedamos con el pan. Batbout. Muy sencillo de hacer y con un resultado increíble. ¿El truco? Tener una buena semolina. Tuvimos la suerte de poder visitar un obrador de barrio en Marrakech. Cada barrio tiene uno. Cada familia llevaba sus batbouts allí para cocerlos en horno de leña. Ahora las cosas han cambiado ligeramente y es el dueño del horno el que prepara el pan y después lo vende. Vimos el proceso entero. Y como os digo, es muy fácil. Solo requiere de un poco de paciencia y de unos buenos ingredientes. Yo tenía semolina italiana que había comprado hace poco y que era prácticamente igual que la que usaban en Marrakech, a menos a simple vista.

En casa acompañamos el pan con una cena de tapas. Unos quesos, embutidos, ensaladas...  En Marruecos lo acompañan con todo. Para desayunar con mantequilla y mermelada, para comer en un buen bocadillo de keftas con tomates y lechuga, y para cenar con un buen tajine. 
¿Quién se anima? 


INGREDIENTES (para 2 panes de unos 20cm)
200g de harina de trigo 
300g de semolina de trigo
12g de levadura fresca de panadero
5g de sal
4 cucharadas de aceite de oliva
320ml de agua tibia
Un poco mas de semolina

ELABORACION
Disolvemos en 100 ml del agua tibia la levadura. Cubrimos y dejamos reposar durante 15 minutos. En un bol grande ponemos los 2 tipos de harina y mezclamos con la sal. Hacer un hueco en el centro y agregamos el agua tibia con la levadura poco a poco mientras se mezclan los ingredientes. Añadimos el aceite y el resto del agua tibia. Amasamos bien durante 10 minutos.  La masa debe ser suave y lisa (mas o menos igual que la de la masa de pizza). Cubrimos la masa con un paño de algodón y dejamos reposar durante 20 minutos. 
Pasado este tiempo, dividimos la masa en dos. Espolvoreamos un poco de semolina sobre la superficie de trabajo y con un rodillo estiramos cada porción dandole forma redonda, hasta que tenga unos 2 cm de espesor. Cubrimos y dejamos reposar mas o menos 1 hora o 1 hora y media dependiendo de la temperatura de la habitación. Calentamos el horno a 220º. Colocamos cada pan en una bandeja de horno y con un tenedor, hacemos unos pequeños agujeros en el pan. 
Horneamos unos 30 minutos o hasta que la corteza tenga un bonito color dorado.


Y ahora os explico un poquito de nuestro viaje a Marrakech. 

Como os decía al principio del post, era nuestra tercera visita a esta increíble ciudad. Así que lo mas turístico ya lo habíamos visto. Pero si nunca habéis estado en Marrakech hay algunos sitios que no os podéis perder. La medersa Ben Yusef (antigua escuela coránica), el museo de Marrakech, el palacio el Bahi y el de la Badia, las tumbas sadies, perderse en los zocos y salir con un montón de cosas que no sabíamos que queríamos, y por supuesto el espectáculo de la plaza Djema el Fna, que es patrimonio de la humanidad. 

Pero hay mucho mas que hacer y descubrir en Marrakech.



Hay un museo nuevo que nos cautivó, la Maison de la Photographie. El edificio, un riad típico, es precioso y las fotografías ayudan a entender la historia de Marruecos y a ver que a pesar del paso del tiempo el país no ha cambiado demasiado. Además desde la terraza hay unas vistas impresionantes. 

Y eso es precisamente otra de las recomendaciones. Las terrazas. Muchos restaurantes de la medina tienen una terraza a la que os recomiendo que subáis. Las vistas hacía el Atlas o hacía los tejados de la ciudad seguro que no os dejan indiferentes. Además, desde lo alto Marrakech parece otra ciudad, mucho menos caótica. 

Por supuestisimo, no podéis dejar de ir a un Hamam... Y aquí depende mucho de vuestro presupuesto. Los hay para todos los gustos y para todos los bolsillos. Pero el que os den un buen baño con jabón negro, una exfoliación y una envoltura con gasoul no tiene precio.... Y si además os dais un masaje la experiencia es ya celestial. Nosotros fuimos a uno que está gestionado por una chica española. Es pequeño, pero muy agradable y romántico. Además tiene buen precio y podíamos hacer todo el hamam y el masaje en pareja. Su nombre, Les Bains de Azahara, justo delante de la mezquita de Bab Doukkala. 



Si el bullicio de la ciudad os sobrepasa, que por experiencia os digo que puede pasar, hay algunos hoteles y clubs privados en las afueras en los que por un precio Europeo (no muy barato, la verdad), podréis pasar el día. Jardines de ensueño, piscinas infinitas, comida deliciosa, spas... de todo y mas podréis encontrar en estos clubs o en algunos hoteles. Nosotros fuimos a pasar un día al Beldi Country Club. La experiencia fue maravillosa. Desconexión total. El sitio es impresionante y tiene de todo para pasar un día diferente a 15 minutos del centro de Marrakech. 


Y otra de las cosas que queríamos hacer era probar algunos restaurantes nuevos de la ciudad. Hay muchas opciones, pero nosotros ya habíamos probado algunos así que nos concentramos como os digo en los nuevos. Para cenar, fuimos al Nomad, en la plaza de las especias, a Le Jardin, cerca de la Medersa Ben Yusef y a la Terrasse des Epices, en el zoco de Mouassine, cerca de Le Jardin. La comida en los tres sitios tiene aire internacional, aunque podéis encontrar platos marroquíes tradicionales. Los tres tienen unas terrazas preciosas. El más romántico es sin dudarlo la Terrasse des Epices, seguido de Le Jardin. Nomad es más un sitio para ir con amigos. Ver y dejarse ver... La comida muy buena en todos. El servicio.... eso es otra cosa. Muy lento y un poquitin rudo, pero en general la experiencia vale la pena. 
La comida la hicimos en sitios que ya conocíamos pero que os recomiendo igualmente. El Café de las Especias, en la plaza del mismo nombre, y el Kashba, de dirección española, frente a las tumbas sadies. Comida deliciosa y lugares perfectos para descansar del bullicio. 

Nos hemos alojado en un riad con muchisimo encanto. Eso si, tengo claro que si es la primera vez que vais a Marrakech no os lo recomiendo. Está en un extremo de la medina, pero hay que pasar por algunas calles que pueden resultar un poco intimidantes si no habéis visitado nunca la ciudad. A nosotros nos ha parecido increíble y es mas que probable que repitamos. Se llama Tchaikana. Todo, absolutamente todo es de 10. El riad, las instalaciones, el desayuno, la amabilidad del personal, la habitación,... todo perfecto. 


No podía faltar una visita al zoco. Disfruto muchísimo buscando pequeños tesoros para traer a casa... Y esta vez no podía ser menos. Han caído algunas cosas como el tajin que podéis ver en las fotos acompañando el pan. Y otras que os iré enseñando poco a poco...

Tres días en Marrakech dan para mucho. Pero la verdad es que tenemos ganas de más. Creo que el próximo viaje lo haremos acompañados de nuestros hijos para poder disfrutar en familia de este país tan cercano pero tan diferente al nuestro. 





viernes, 16 de octubre de 2015

Calamares rellenos con arroz persa




Los que me seguís por instagram sabéis que el pasado puente estuvimos en Marrakech. Una ciudad caótica que nos encanta. Es ciudad de contrastes. Creo que la medina es lo mas parecido a vivir como se hacía en la Edad Media que pueda haber... Pero también tiene restaurantes de lujo, spas dónde relajarte durante unas horas, clubs privados donde disfrutar de una buena piscina y una buena comida... Además la experiencia de comprar en el zoco es única. Hay que ir armado de paciéncia y tener muy claro que se quiere comprar, sino es posible que tengáis que comprar otra maleta para traeros todo lo que os habrán vendido sin daros cuenta... 
Aun no he tenido tiempo de editar las fotos, cuando lo haga haré una entrada junto con alguna receta marroquí. 

Hay platos de los que hay tantas recetas como hogares… en cada casa tienen su propia versión. Una de esas recetas son los calamares rellenos. En mi casa siempre se han hecho de una manera, y en casa de mi suegra de otra. Y yo, he cogido lo que más me gusta de cada una y he hecho mi propia versión. Los hacemos de vez en cuando y creo que ha llegado el momento de compartirlos con vosotros porque están riquísimos!!. Es un plato de aquellos que vale la pena hacer cantidad y congelar. Después solo hay que hacer la salsa y la guarnición. 
En este caso como guarnición he hecho un arroz “persa”, con azafrán y almendras. Delicioso por sí solo. Pero con la salsa de los calamares ya ni os cuento… Increíble. 



INGREDIENTES (para 4 personas)
Para los calamares:
8-12 calamares para rellenar, de buen tamaño ya que cuando se cocinan “encogen”
2 calamares más para el relleno
250g de carne picada de cerdo
30g de jamón serrano en taquitos muy pequeños
1 huevo
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
Un poquito de perejil
Sal y pimienta
AOVE
Cebollino

Para la salsa:
1 zanahoria
1 cebolla
Medio puerro
1 tomate bien maduro (pequeño)
2 ajos
Medio vaso de vino blanco
2 sobres de tinta de calamar
Una cucharadita de pimentón de la vera
Un vasito (de vino) de agua
Sal, pimienta
AOVE

Para el arroz:
200g de arroz basmati integral
4-5 hebras de azafrán
20g de almendras fileteadas
Sal y pimienta
AOVE


ELABORACION
Empezaremos rellenando los calamares. 
Picamos los dientes de ajo y cortamos la cebolla en brunoise pequeño y lo ponemos a sofreír en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen. Limpiamos todos los calamares, retirando los tentáculos y las aletas a los que vamos a rellenar. Los dos calamares del relleno, ya limpios, y las aletas y los tentáculos del resto, los trituramos para conseguir una pasta. Reservamos.
Añadimos la carne picada a la sartén con la cebolla y sofreímos bien, removiendo para que la carne no se apelmace. Agregamos los calamares triturados y removemos todo bien para que se haga. Añadimos los taquitos de jamón justo al final y removemos bien. Espolvoreamos con perejil picado y rectificamos de sal y pimienta. Retiramos del fuego y dejamos atemperar. Batimos un huevo y lo mezclamos con el relleno. 
Con la ayuda de una cuchara rellenamos los calamares. Para que no se salga el relleno, podemos cerrar con la ayuda de un palillo (los planos van mejor). Reservamos. Si los queréis congelar, lo podéis hacer en este paso. Después solo tendréis que descongelarlos y preparar la salsa y la guarnición.  

Para preparar el arroz, lo lavamos muy bien y lo dejaremos en remojo durante una media hora. Mientras, prepararemos la salsa.
Picamos muy bien los ajos, la zanahoria, la cebolla y el puerro. Sofreímos a fuego medio con un poquito de aceite en una cazuela baja y amplia, ya que después tendremos que agregar los calamares. Cuando las verduras empiecen a tomar color, añadimos el tomate picado, la tinta de calamar y el vino blanco y dejamos pochar a fuego bajo. Rectificamos de sal y pimienta y añadimos el pimentón. Trituramos y reservamos. 
Pasamos los calamares rellenos por una sartén, con muy poquito aceite. Los doramos ligeramente. Pasamos a la cazuela de la salsa. Añadimos a esta un vasito pequeño de agua. Tapamos y dejamos que haga “chup chup” durante al menos media hora. Destapamos para que evapore ligeramente el agua y la salsa quede más ligada, y dejamos cocer durante otros quince minutos. Reservamos tapados. 

Ahora preparamos el arroz. Lo hervimos en abundante agua salada durante diez minutos. Al haber estado en remojo se hace muy rápido. Escurrimos y remojamos con agua fría. Ponemos una sartén a fuego medio sin aceite y tostamos ligeramente las almendras fileteadas. Retiramos. Añadimos las hebras de azafrán removemos con mucho cuidado que no se quemen. Añadimos un poquito de aceite y el arroz bien escurrido y mezclamos bien. Salpimentamos y añadimos las almendras fileteadas. 

Servimos los calamares con la salsa acompañados por el arroz, con un poco de cebollino picado.
Un lujo de plato. 




lunes, 5 de octubre de 2015

Natillas de Turrón - Cooking the Chef



Otro mes más llega el reto Cooking the Chef!! Y vamos con un chef que nos dejó no hace mucho, Darío Barrio. 

Yo le conocí en un concurso de televisión en el que podías retarle a cocinar un plato (Todos contra el chef), después un jurado lo probaba y decidía quien ganaba, si Darío o el concursante. Era divertido.

Después de ese programa vinieron muchos mas, incluso llegó a participar en algún reality. La verdad es que me gustaba mucho como cocinaba, muy sencillo pero muy resultón.

La elección del plato no ha sido fácil… Pero después de consultar con la familia los tres que tenía como posibles, ganaron estas natillas por mayoría absoluta!!. Y tengo que decir que están deliciosas. Las he adaptado un poquitín a los gustos de casa, por ejemplo hemos cambiado la leche y la nata por bebida de avena y nata de avena y lo hemos decorado con suspiros de merengue en lugar de nata y almendra para que fueran un poquito más ligeras. El resultado, impresionante. Deliciosas!!!. Creo que se han convertido en el postre que preparar las próximas Navidades!!




INGREDIENTES
100g de turrón del blando
250ml de nata de avena (la tienen en algunos supermercados)
5 yemas de huevo
60g de azúcar moscovado
250ml de bebida de avena

Para los suspiros
2 claras de huevo
Una pizca de sal
150g de azúcar glas
Unas gotas de zumo de limón

ELABORACION
Ponemos el turrón troceado y la nata en un cazo a fuego lento. Removemos y dejamos que llegue a punto de ebullición. Apartamos del fuego y nos aseguramos que el turrón ha quedado bien deshecho. Se pueden triturar pero a mí no me hizo falta…
Batimos las yemas con el azúcar y agregamos la bebida de avena. Mezclamos bien y ponemos en un cazo al baño maría. Sin dejar de remover, esperamos hasta que espese. Tarda un ratito pero es importante hacerlo a fuego bajo para que espese sin llegar a cuajar el huevo. Apartamos y mezclamos con el turrón y la nata. Dejamos enfriar al menos 3 horas.
Mientras, prepararemos los suspiros. Lo ideal antes de montar claras es que estas estén a temperatura ambiente. Las ponemos en un bol amplio con una pizca de sal y batimos hasta que hagan picos. Añadimos entonces las gotas de zumo de limón y parte del azúcar glas. Seguimos batiendo hasta incorporar todo el azúcar.
Pre calentamos el horno a 120º. Ponemos el merengue en una manga pastelera y hacemos “montañitas” sobre una bandeja de horno cubierta por un silpat o papel para horno. Dejamos que seque media hora. Después metemos en el horno y dejamos una hora u hora y media más. Tiene que quedar bien seco. Sacamos del horno, dejamos enfriar un poco y guardamos en una caja de lata para evitar que cojan humedad hasta la hora de comer. A mi me quedaron un poquito tostados por debajo... es importante poner la bandeja en el centro del horno!!.

Servimos las natillas acompañadas por los suspiros.


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